
El fin de la infancia: Troika
El amor verdadero existe y eso bien lo saben una niña, Andrea, y su perra, Troika. Entre aventuras, aprendizajes mutuos y días comunes, Andrea y Troika formaron un lenguaje secreto, un vínculo poderoso que trasciende el espacio y el tiempo y que es hilo conductor de esta historia.
En la novela Troika, la escritora mexicana Isabel Zapata vierte las memorias de su infancia, adentrándonos en la atmósfera familiar de una madre separada y sus dos hijos. A esta casa en el Distrito Federal llegará Francisca, una joven trabajadora doméstica encargada de la limpieza y también de los cuidados, que con el tiempo se integrará a este universo paralelo de la niña y su perra, del cual la madre nunca pudo ser parte.
“La mayoría de los días de esos años de mediados de los noventa los pasé sentada en el pasto, con la falda azul marino del uniforme llena de tierra y las trenzas despeinadas, pronunciando ante mi perra un extraño discurso para canes que ella siempre escuchaba atentamente”.
Esta rutina aparentemente calma se ve un día brutalmente interrumpida. Con una primera parte llena de nostalgia y una segunda más oscura, donde entre rabia y frustración Andrea adulta comienza a hacerse las preguntas que quedarán para siempre sin respuesta, esta novela es un ejercicio de revisión de aquellas cosas que alguna vez parecieron simples, en la infancia, pero que solo con los años es posible ver que estaban compuestas de múltiples capas, de secretos, de silencios.
Troika nos muestra la profundidad y la dificultad de los afectos, las distintas maneras de afrontar el duelo, y las sutiles formas que toma la complicidad: entre mujeres, con personas antes desconocidas que se convierten luego en indispensables y, por supuesto, con una perra.